Lo reconozco, soy muy fan de Stranger Things. La serie de Netflix ha conseguido engancharme, eso sí, perdiendo un poquito temporada tras temporada. Aunque es cierto que hay algunos episodios muy míticos en todas las temporadas.

¡Pero aquí hemos venido a hablar de juegos! Os voy a describir uno, a ver si sabéis de cual hablo. ¡Atentos!


El juego transcurre en un pueblo ficticio representado en un tablero que hace las veces de mapa. En dicho tablero hay distintas localizaciones por las que los jugadores se pueden desplazar en su turno siempre respetando los caminos que las unen. Cada localización representa un lugar concreto y tiene una acción propia que los jugadores puede disparar cuando se encuentran allí. Suena bien, ¿verdad?

Por supuesto, no todo es un paseo de rosas, y los heroicos jugadores se enfrentarán a monstruosos enemigos que también camparán a sus anchas por el tablero. De vez en cuando se generarán algunos nuevos. Si durante el movimiento de un jugador llega a una localización con uno de esos monstruos, debe enfrentarse a él y no puede seguir moviendo. ¿Os va sonando?

Durante la partida, los jugadores podrán encontrar distintos objetos y aliados que les ayudarán en su empresa. Pero tendrán que tener cuidado, ya que al final del turno habrá que revelar unas cartas (malas generalmente) que van haciendo que la partida se complique cada vez más.

En todo este periplo, los jugadores tendrán que superar pruebas, que básicamente se trata de obtener éxitos numéricos para comparar con la dificultad de la prueba, a veces sorpresa. Si no consiguen superarlas, sufrirán daño.

El juego es colaborativo y los jugadores deben trabajar en equipo para poder cumplir el objetivo de la misión antes de que se acabe el tiempo o todos perezcan, momento en que perderán como equipo. ¿Sabéis ya de qué juego hablo?

De Arkham Horror, Richman!
– ¡No, no es Arkham Horror!
– Ahhh, tenía trampa… es
A Touch of Evildicen los más entendidos del lugar– un gran juego que no sonó mucho.


Pues me temo que tampoco. Estamos hablando de ¡Arkham Horror!… estooo… perdón, que me lío… de Stranger Things: Mundo del Revés.

CMON nos presenta una nueva adaptación a juego de mesa de la serie. No me parece mal, y hasta es un juego entretenido pero… ¿de verdad no se podía innovar un poco? ¿De verdad había que fusilar Arkham Horror y ponerle la etiqueta de la franquicia de Netflix?

Nooooo -me dirán ellos- no es una copia de Arkham Horror ni mucho menos.

Bien, es cierto que hay algunas diferencias, a saber:

  • No hay dados. La principal diferencia. Para superar pruebas hay unas pilas de fichas (entre 1 y 4) que tienen valores numéricos. Es posible que una de ellas esté revelada. Para poder superarlas hay que jugar cartas de nuestra mano, que básicamente tienen un número, para igualar -al menos- el valor de la suma de las fichas de la pila. Hemos cambiado el azar de los dados por una levemente controlada gestión de cartas.
  • La fase de mitos -aquí llamada Escenas– se realiza al final de cada turno de jugador, en vez de una al final de cada ronda, y puede que sean varias cartas.
  • …y ya está.

Estamos ante un juego colaborativo que se juega igual a 1 que a 4 jugadores y donde nos meteremos en las temporadas 1 y 2 de Stranger Things. Son dos partidas diferentes (con dos tableros diferentes, dos objetivos diferentes y hasta reglas diferentes en determinados puntos) que nos da algo de variedad como si de una hoja de Primigenio se tratase. Intenta acercarse mucho a la ficción televisiva y lo consigue con nota, la verdad. En poco más de una hora tendremos que salvar a Will o cerrar portales (¡anda!, cerrar portales, que extraña sensación de déjà-vu) para poder vencer al juego antes de quedarnos aterrados (el medidor de vida de los jugadores es realmente un medidor de miedo) o que agotemos el mazo de Acción 4 veces. Tranquilos, hay un contador para saber cuantas llevamos. Según avance el juego, más y más cartas se sacarán en cada turno y más cerca estará el darle otra vuelta al mazo.

Repito, me ha gustado el juego, me he sentido un poco en Hawkins, pero ¿para qué innovar? ¿verdad?

Un comentario en “¿Para qué innovar?

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